Tal parece que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, -tan versátil como suele ser-, guardó celosamente un As bajo la manga en esto de los aranceles que impone a todo el mundo y luego de haber llenado de halagos a la presidenta Claudia Sheinbaum diciendo, lo menos, que era “una mujer maravillosa”, asestó duro golpe a la economía mexicana.

Tan es así, que el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué Sacristán, dio a conocer en la gustadísima “mañanera del pueblo” que esta errada y llamada cuarta transformación ahora en su segundo piso buscará llegar a un acuerdo con el gobierno del vecino país del norte, para evitar el pago de aranceles del 20.91% por el jitomate mexicano que anunció ayer el propio inquilino de la Casa Blanca.

Entonces, ¿dónde quedaron los halagos que el controvertido mandatario norteamericano prodigó a su homóloga mexicana? ¡Lástima!, porque la jefa del Ejecutivo presumió mucho tal situación y no se ha cansado de insistir en que su relación con el gobierno estadunidense es una relación cordial y de cooperación mutua.

Pues con este tipo de cosas, no parece serlo, con todo y que dicho arancel entraría en vigor hasta el 14 de julio, lo que le daría algún margen a este gobierno para negociar con un hombre que por lo demás, ha demostrado ser de lo más obstinado. ¿A quién se parecerá?

Ahora bien, hay tanta susceptibilidad como dudas en torno a que así nada más, Trump, acaso en un arrebato de bondad, accediera a quitar los aranceles a los jitomates impuestos a México y que derivarán en que las ensaladas salgan mucho más caras, tanto de este lado de la frontera como del otro, como lo señaló el titular de la Sader.

Quizás México tendría que hacer mucho más méritos para poder aspirar a lo anterior, esto es, a un esporádico gesto de generosidad del mandatario estadunidense.

No sobra recordar que en caso de que este impuesto al jitomate se concrete, los consumidores norteamericanos también se verían seriamente afectados, tal y como ocurre con los aranceles impuestos a otros productos.

Ahora bien, en este sentido llama la atención que la agencia calificadora Moody’s, que cada vez que critica al gobierno mexicano, éste arremete –desde los tiempos de Andrés Manuel López Obrador– en contra de dicha entidad, advirtiera en su informe intitulado “Agitación arancelaria y comercial: cómo medimos las consecuencias crediticias”, que la nueva política arancelaria de Estados Unidos infringirá en las condiciones crediticias globales y, por ende, aumentará la incertidumbre económica. Por otro lado, dicha calificadora reconoció que ciertos sectores en América Latina, particularmente en México, podrían recibir beneficios limitados gracias al Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). ¿Será?

Y por si alguien dudaba que Donald Trump se había apaciguado en cuanto a su política migratoria, están en un serio error pues de no haber cambio de última hora, el inquilino de la Casa Blanca habría firmado un memorándum cuyo objetivo es evitar que migrantes indocumentados reciban seguridad social.

Esto lo anunció la vocera de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, y con ello, pone las alertas en torno a que Trump seguirá arremetiendo en contra, básicamente, de los países latinoamericanos encabezados por México, para sacar a todos los migrantes ilegales de Estados Unidos.

Así, bien vale la pena repetir la pregunta: ¿dónde quedaron los halagos de Trump a Sheinbaum?

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