21 de diciembre de 2024
Su padre es Keniano pero su mamá de Guanajuato, el estado donde detonó la lucha de Independencia. Desde muy niña visitó varias veces la ciudad de León y se enamoró de México.

Jugando con sus hermanos decidió practicar el judo y se enamoró perdidamente de la disciplina. Tanto que en 2017 decidió representar a México en competencias internacionales. Igual que el 99% de los deportistas mexicanos tuvo que buscar dinero por su cuenta para competir al no tener apoyo de las autoridades.
Se abrió paso hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 donde nuevamente representó a México y se posicionó como la número 17 del mundo. Perdió pero no fue derrotada. Juró volver.
Representar a Kenia Reino Unido sería impensable para Prisca Guadalupe. No quería ser un número más, una estadística. Eligió representar a México por una fuerza más grande: la pasión que despierta llegar a ser algo más.
Hoy, en París, se coronó con la medalla de Plata como la segunda mejor del mundo. Es la primera medalla de Judo para México en Juegos Olímpicos.
Si, «un Mexicano nace donde le da la rechingada gana».

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