China ha decidido cortar la compra de azúcar a Cuba, frustrada por la falta de reformas hacia una economía de mercado en la isla comunista.
Los acuerdos comerciales entre ambos países, valorados en sumas millonarias, se están derrumbando debido a la negativa del régimen cubano de flexibilizar su modelo económico.
Además, Cuba debe grandes sumas a gigantes chinos como Huawei y Yutong, profundizando la crisis.
El colapso de la industria azucarera en Cuba es la gota que ha colmado el vaso.
Con una de las peores cosechas de su historia, la isla apenas puede cubrir sus necesidades internas, dejando a China sin su habitual suministro.
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