Tras el trágico descarrilamiento de un tren, que cobró la vida de un niño migrante de 5 años, Josué Castro, padre del pequeño y esposo de una mujer que perdió una de sus extremidades en el accidente, expresó su profundo pesar por haber tomado esa decisión. El accidente, ocurrido en su trayecto hacia Ciudad Juárez, le arrebató a uno de sus hijos y dejó a su familia gravemente afectada.
“Fue muy triste, la verdad. Ya estábamos casi llegando a Juárez, que era nuestra meta para cruzar a los Estados Unidos… A las personas que usan el tren, les pido que no lo hagan, por favor, busquen otra manera: buses, combis, pero no arriesguen así a sus hijos”, compartió Josué con dolor.
El descarrilamiento tuvo lugar la noche del martes, alrededor de las 22:50 horas, en el kilómetro 302 de la carretera federal 45, entre Ahumada y Juárez. Trece vagones del tren se salieron de las vías, provocando una fuga de ácido y la trágica muerte de su hijo. Josué también resultó lesionado, junto con su pareja, quien perdió una extremidad.
“Viajaba con mi esposa y mis dos hijos, y con otros 15 jóvenes. De repente, el tren comenzó a ir cada vez más rápido, demasiado rápido. Ya empezaba a salir fuego, y de un momento a otro, todos volaron. Mi hijo de cinco años quedó atrapado debajo de los vagones. A mi otro hijo logré salvarlo, está bien, pero mi esposa está grave”, relató Josué, quien se encuentra en movilidad.
Actualmente, Josué permanece en las inmediaciones del Hospital General de Ciudad Juárez, esperando noticias sobre el estado de salud de su esposa, Ruth Saraí, quien fue trasladada en código rojo a dicho centro hospitalario tras el accidente ferroviario.
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