John C. Lommler, ingeniero geotécnico de la Universidad Estatal de Nuevo México, aseguró a ABC-7 que el túnel recién descubierto en el bordo del río Bravo, requirió gran esfuerzo físico y mínima tecnología. Según el experto, su construcción, desde una vialidad cercana al río Bravo hasta la calle Boone en El Paso, habría costado alrededor de 2 millones de dólares.
El túnel, de 1.8 metros de alto y 1.2 de ancho, cuenta con vigas de madera, electricidad y ventilación. Lommler destacó la importancia de la ventilación para evitar riesgos por falta de oxígeno.
Sorprendido, señaló que excavar bajo el río Bravo representa un desafío técnico por el riesgo de derrumbes debido a la corriente de agua.
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