21 de noviembre de 2024

TULSA, Oklahoma— Cinco personas murieron en la tarde de este miércoles en una balacera en un hospital de Tulsa, dijo el capitán de la policía, Richard Meulenberg.

El jefe adjunto del Departamento de Policía de Tulsa, Eric Dalgleish, confirmó el número de víctimas fatales y señaló que el tirador también falleció, aparentemente quitándose la vida de un disparo.

De momento se desconoce qué fue lo que provocó el incidente. Sin embargo, el agresor no identificado disparó tanto una pistola como un rifle durante el ataque.

«Los oficiales están actualmente revisando todas las habitaciones del edificio comprobando si hay otras amenazas», indicó la policía en una publicación en Facebook, poco antes de las 6 de la tarde. «Sabemos que hay varios heridos, y potencialmente varias víctimas»

Policías respondieron al llamado tres minutos después de que los operadores recibieron el reporte, e hicieron contacto con el agresor un minuto después, informó Dalgleish.

Entretanto, Meulenberg indicó que varias personas resultaron heridas y que el complejo médico era una «escena catastrófica».

Funcionarios policiales y directivos del hospital señalaron que no estaban listos para identificar a las víctimas.

El Sistema de Salud St. Francis cerró su campus debido a la situación en el edificio Natalie, el cual alberga un centro de cirugía ambulatoria y un centro de salud mamaria.

Nicholas O’Brien, un residente de Tulsa cuya madre se encontraba en un edificio cercano al momento del tiroteo, dijo a los reporteros que acudió a toda prisa al lugar.

«Estaban evacuando a las personas. No sé si algunos de ellos estaban lesionados desde antes o habían resultado heridos en el tiroteo, pero algunos de ellos no podían caminar muy bien. Iban cojeando y tropezándose al salir de ahí», declaró.

«Estaba muy ansioso. Así que una vez que llegué y escuché que ella (su madre) estaba bien, que el tirador había sido abatido, me sentí mucho mejor. De cualquier forma sigue siendo horrible lo que sucedió», dijo O’Brien.

Estos hechos ocurren luego que la semana pasada, Salvador Ramos, el joven de 18 años, abrió fuego y mató a 21 personas, 19 de ellos eran niños y dos maestras en una escuela elemental en Uvalde, Texas.

Agentes del Departamento de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos también se encontraban en el lugar de los hechos, dijo un portavoz. En una escuela cercana se instaló un centro de reunificación para que las familias pudieran encontrar a sus seres queridos.

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