Tras su cacareado arresto el pasado sábado en Francia y después de ser interrogado por un juez que había abierto diligencias contra él, Pavel Durov, el CEO de Telegram, fue puesto ayer en libertad bajo fianza.
La fiscalía del país vecino anunció ayer por la tarde que se había iniciado una investigación preliminar contra Durov bajo la sospecha de no cooperar con las autoridades en la investigación de varios delitos y de haber amparado diferentes actividades criminales en Telegram.
Durov fue liberado ayer tras abonar una fianza de 5 millones de euros, pero permanecerá bajo control judicial y no podrá abandonar Francia.
Las fuerzas de seguridad francesas arrestaron al CEO de Telegram el pasado sábado por la tarde en el aeropuerto de Le Bourget, sito en las inmediaciones de París, poco después de que aterrizara allí en su jet privado.
En el país vecino las autoridades se tomaron su tiempo antes de proporcionar oficialmente explicaciones sobre la controvertida detención de Durov. Y solo el lunes la fiscalía de París hizo pública una larga lista de delitos en base a los cuales el CEO de Telegram estaba siendo interrogado.
A Durov se le imputan hace doce delitos diferentes, desde la complicidad en la distribución organizada de imágenes de abuso sexual a menores a la cooperación a actividades enfocadas al tráfico de drogas y blanqueo de capitales. El CEO de Telegram está asimismo en la mirilla por no responder apropiadamente a las preguntas de las autoridades en relación con la investigación de diferentes delitos.
Tras su arresto el pasado sábado, Durov ha permanecido bajo custodia judicial durante 96 horas, el máximo permitido por la ley. Según el diario galo Le Figaro, Durov fue llevado al Palacio de Justicia de París durante la tarde del miércoles y compareció allí frente a un magistrado.
La justicia francesa querría detener también al hermano de Pavel Durov
Por otra parte, y según fuentes cercanas a la investigación consultadas por Politico, las autoridades francesas habría emitido asimismo una orden de arresto contra Nikolai Durov, hermano de Pavel Durov y cofundador de Telegram. A día de hoy este se encuentra en paradero desconocido.
Telegram emitió un comunicado el pasado lunes en el que aseguró que la compañía acataba las normas vigentes en la Unión Europea y que sus políticas de moderación de contenidos se regían por los estándares habituales en la industria.
La célebre app de mensajería tildó asimismo de «absurdo» hacer responsables a Telegram y a su CEO del «mal uso que se hace de la plataforma». Telegram insistió también en que Durov no tiene nada que esconder y que viaja de manera habitual a los países de la Unión Europea.
Pavel Durov, nacido en San Petersburgo (Rusia) en 1984, cofundó Telegram junto con su hermano Nikolai Durov en 2013. Esta plataforma tiene la vitola de ser una de las apps más innovadoras en el mercado de la mensajería instantánea y no solo compite de manera directa con aplicaciones con WhatsApp, iMessage o Signal, sino también con las redes sociales gracias a sus múltiples grupos y canales.
Sin embargo, a Telegram le han llovido también las críticas en los últimos años por no cooperar con las autoridades a la hora de perseguir delitos competidos al abrigo de su plataforma.
Telegram y su CEO Pavel Durov proyectan de cara al público una imagen extraordinariamente libertaria. Y esta es, de hecho, una de las razones por las que la app ha jugado un importantísimo rol en los movimientos de protesta que han tenido lugar en los últimos años en regímenes represivos. Sin embargo, Telegram es también una plataforma profusamente utilizada por los criminales y ello ha acabado eventualmente poniendo en el ojo del huracán a su CEO.
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