La temporada 2023 inició con una noticia que dejó boquiabiertos a mucho. ¿Qué? Ah, sí. Ya sé que los Arizona Cardinals no es que tengan legiones de fanáticos fuera de ese desértico, cálido y hermoso estado del sur de Estados Unidos, pero aún así tuvo un impacto mediático ver en el emparrillado del FedExField a Joshua Dobbs como el quarterback titular que enfrentaría a los Washington Comanders en la semana 1. En cuestión de meses este equipo sufrió cambios drásticos: la super estrella Kyler Murray se lesionó en diciembre de 2022, en enero de este año el equipo despidió a Kliff Kingsbury, después le dio las gracias al coordinador ofensivo Vance Joseph y el panorama cambió con Jonathan Gannon como head coach y Drew Petzing como su hombre de confianza para ir al frente. Así se explica la presencia de Dobbs en el campo, un secreto que, además, Gannon guardó celosamente.
El nuevo head coach pudo optar por el veterano Colt McCoy, pero no lo hizo. Pudo arriesgarse con el novato Clayton Tune, pero tampoco. Se decantó por Joshua Dobbs, un jugador que llegó a Arizona mediante un intercambio con los Cleveland Browns donde, dicho sea de paso, Drew Petzing fungió como coach de los quarterbacks. Con un recién llegado los altos mandos se sintieron lo suficientemente cómodos como para darle el balón. ¿Qué le ha dado hasta ahora Dobbs a los fans de los Cardinals? Un récord de 1-5, con dos derrotas en casa y tres como visitante. Estamos por comenzar la semana 7 y Dobbs sigue siendo el titular indiscutible, aunque el miércoles 18 Kyler Murray anunció en sus redes sociales que ya estaba entrenando y minutos después Arizona hizo oficial que podría activarlo en cualquier momento dentro de los próximos 21 días, pues ha quedado atrás su lesión en el ligamento cruzado anterior que fue reparado mediante una cirugía.
Murray, ganador del Trofeo Heisman en Oklahoma, primera selección global en el draft de la NFL en 2019 y dos veces seleccionado al Pro Bowl, firmó un contrato de 230.5 millones de dólares en 2022 para seguir con los Cardinals hasta 2028. Esas son razones muy poderosas para que Dobbs tenga sus días contados como titular, con todo y que Murray no tuvo los mejores números el año pasado.
En contra de Joshua Dobbs también juega que antes de ser titular con los Cardinals apenas había disputado ocho juegos en la NFL y se la había pasado rebotando como suplente desde que fue seleccionado en el draft de 2017. Tampoco es un niño, ya tiene 28 años y aunque sabe cómo comandar una ofensiva el plantel joven que tiene Arizona le ha pasado varias facturas. A un equipo como los Cardinals que en toda su historia en la Liga sólo ha tenido un título de conferencia y una derrota en su único viaje al Super Bowl (en el XLIII cayeron 27-23 ante los Pittsburgh Steelers) siempre le urge una temporada ganadora y brillante, algo que no ha ocurrido desde 2015. La paciencia no es como el infinito, tiene un límite.
Aunque en los números y en su desempeño Joshua Dobbs no ha sido el mejor, tiene un mérito fuera del campo que ha sido poco apreciado. Es, literalmente, un embajador de las personas que padecen alopecia areata, una enfermedad autoinmune de la piel que provoca la caída del cabello y que él ha padecido desde la infancia. En su caso, la pérdida de las cejas y las pestañas es incluso muy notoria.
Dobbs enfrentó muchas adversidades como consecuencia de la alopecia. La primera vez que lo diagnosticaron era un pequeño de 8 años, cursaba el tercer grado. Una mañana se despertó y notó que tenía una parte de su cabeza sin pelo. Un dermatólogo le dio la feroz noticia. Aunque fue tratado con cremas y medicamentos a base de cortisona, su cabello crecía a veces sí y otras se volvía a caer. Logró controlar la caída durante un tiempo gracias a unas inyecciones semanales que también se volvieron menos eficaces. Al final de su último año como jugador colegial decidió afeitarse la cabeza y dejó de crecerle el cabello. Desde entonces ha estado totalmente calvo.
Cuando jugaba para la Universidad de Tennessee todo mundo se dio cuenta de su problema de alopecia, y mientras había aficionados que se divertían y jugueteaban con Joshua Dobbs por esto, había otros muy ignorantes, sobre todo de los equipos rivales, que se burlaban y trataban de perjudicar su desempeño deportivo.
Eso fue difícil, pero me enseñó la forma máxima de tener confianza en uno mismo. Podemos mirarnos en el espejo y saber que la falta de cabello no afecta para nada lo que somos capaces de contribuir a nuestro equipo, nuestros amigos y nuestra comunidad. Yo tengo una colección de sombreros exquisita. Cuando estaba en la universidad conocí a un muchacho con alopecia de un pueblo pequeño de Tennessee que me había visto jugar en la televisión. Su madre me dijo que lo estaban educando porque él no quería salir de la casa sin una gorra y le costaba tener amigos. Cuando nos conocimos los dos usábamos gorras grandes. Cuando me quité la mía jamás olvidaré cómo abrió los ojos y la gran sonrisa que se dibujó en su rostro. Él nunca había conocido a alguien con alopecia. Conocerme a mí le dio confianza. También me hizo darme cuenta de que podía aprovechar mi plataforma para ayudar a otros que estaban pasando por lo mismo que había pasado yo.Joshua Dobbs, entrevista para la revista Medline Plus.
Los Cardinals tienen a dos personas que se encargan de difundir ese poderoso mensaje acerca de que la falta de cabello no te invalida ni te define como persona y que, por supuesto, puedes alcanzar tus sueños. Además de Dobbs, la cheerleader Ellie también sufre de alopecia. Nada que una larga y abundante peluca no pueda remediar. Ambos son orgullosos defensores de quienes no tienen pelo y Joshua Dobbs es un héroe anónimo que hace mucho más por el mundo que lanzar balones y ganar juegos.
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