Hombres armados atacaron este domingo una iglesia en Nigeria. Los agresores no identificados mataron a decenas de personas y secuestraron al sacerdote. El hecho ocurrió en la ciudad de Owo, en el sureño estado de Ondo, donde este tipo de violencia es poco frecuente. El Papa Francisco dice que está rezando por las víctimas, asesinadas mientras se celebraba la fiesta cristiana de Pentecostés.
Obispos: el gobierno debe actuar con decisión
«Ningún lugar parece ser de nuevo seguro en nuestro país; ni siquiera el recinto sagrado de una Iglesia»: lo afirmó el presidente de los obispos, monseñor Lucius Ugorji, conmocionado tras enterarse anoche de la masacre de Owo, que causó la muerte de 21 personas, según el último balance de las autoridades locales.
«Condenamos enérgicamente el derramamiento de sangre inocente en la Casa de Dios. Los criminales responsables de un acto tan sacrílego y bárbaro demuestran su falta de sentido de lo sagrado y del temor de Dios», denuncian además los prelados. Si el gobierno no actúa con decisión acerca de una cuestión tan grave», continúan diciendo, «se corre el riesgo de acelerar la caída del país en la anarquía». Los obispos sostienen que los gobernantes deben asumir la responsabilidad principal de garantizar la vida y los bienes de los ciudadanos: «¡El mundo nos está mirando! Y también Dios nos observa».
Sor Agnes: estamos aterrorizados, pero debemos permanecer junto a la gente
«Los atacantes ni siquiera entraron en la iglesia, dispararon a través de las ventanas», dijo a la AFP Richard Olatunde, portavoz del gobernador del estado de Ondo. El ataque se produjo en vísperas de que el Congreso de All Progressives Congress (APC) ponga en marcha las elecciones primarias, para elegir a su candidato para las elecciones presidenciales de 2023.
Se espera que el presidente Muhammadu Buhari, antiguo general del ejército, termine su segundo mandato en febrero de 2023, tal y como estipula la Constitución. Nos pusimos en contacto por teléfono con la hermana Agnes Adeluyi, de las Hermanas de San Luis en Owo, que es enfermera en el Hospital de San Luis y está atendiendo a las personas con lesiones físicas graves.
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