Los pronósticos se cumplieron y el referendo del que dependía la continuidad de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como presidente de México fue favorable para el mandatario, pero con una participación menor a la necesaria para ser vinculante.
Según el conteo rápido del Instituto Nacional Electoral (INE), entre el 90,3% y 91,9% de quienes participaron este domingo en la primera consulta de revocación de mandato en la historia de México votaron a favor de que AMLO continúe en el cargo hasta el fin de su mandato en 2024.
Sin embargo, la participación se quedó entre 17% y 18,2%, según estos datos preliminares. Para que los resultados de la consulta fueran vinculantes, era necesario que votara al menos el 40% del electorado.
La participación se había convertido en una de las claves de esta jornada electoral, dado que ya se daba por hecho una victoria de AMLO, quien goza de altos índices de popularidad en encuestas, en torno al 60%.
La oposición, sin embargo, no hizo campaña para que se votara que el presidente dejara su cargo, sino que llamó a no participar en la consulta al considerar que solo era un ejercicio de propaganda para ratificar la buena imagen de AMLO.
En base a este conteo rápido, el número de personas que votaron a favor de la continuidad del presidente sería de unos 15 millones, lejos de los 30 millones que lo apoyaron cuando ganó las elecciones presidenciales.
«Sacó la mitad de los votos que sacó en 2018 con un tercio de las casillas. Quiere decir que si hubiera habido casillas completas, hubiera sacado 45 millones de votos, 15 millones más que en 2018», calculó el presidente de Morena (el partido de AMLO), Mario Delgado, en referencia al menor número de casillas electorales instaladas para esta consulta.
«Nuestro movimiento y presidente está más fuerte que nunca», aseguró sin hacer mención a la baja participación general lograda este domingo.
La batalla de la participación
El enfrentamiento entre el INE y los promotores de la consulta de este domingo -incluido el presidente- protagonizó el debate político de las últimas semanas.
Tras no recibir el presupuesto solicitado a la Cámara de Diputados, el organismo electoral desplegó unas 57.500 casillas para votar, lo que supone poco más de la tercera parte del número instalado en una elección federal.
«(López Obrador) acusará de que el pueblo quería hablar, pero que el INE bloqueó esa participación, y fin de la historia», pronosticó hace unos días sobre una previsible baja participación Luis Carlos Ugalde, expresidente del Instituto Federal Electoral mexicano, en conversación con BBC Mundo.
«A pesar de ser ya Domingo de Ramos, de vacaciones, a pesar de que no se cumplió con la obligación constitucional de informar al pueblo de México, a pesar de que se puso un tercio de las casillas, ahí estuvo otra vez ese pueblo de México que una y otra vez ha sacado adelante a este país», argumentó este domingo Delgado, de Morena, tras conocer el conteo rápido.
La asociación civil Que Siga la Democracia, principal promotora de esta consulta y de la campaña para que AMLO continuara en el cargo, pronosticó que participarían al menos 30 millones de personas [algo menos del 33% del electorado], lejos de lo que finalmente ocurrió.
La consulta de revocación de mandato llegó a México presentada como un ejercicio de democracia y con el firme apoyo de AMLO, quien aseguró que abandonaría su cargo si la mayoría así lo votara y aunque no se alcanzara el 40% que lo hiciera vinculante.
Sin embargo, la iniciativa pronto fue rechazada por quienes consideraron que esta consulta no era necesaria en este momento y que solo perseguía ratificar en público el apoyo popular del mandatario.
Por ello, y ante la escasa posibilidad de que ganara la opción de que se vaya, la verdadera batalla se centró estas semanas entre quienes promovían el voto por mantener al presidente y entre quienes llamaban a la abstención. De hecho, la campaña por votar a favor de revocarlo fue prácticamente inexistente.
«Hay que participar, la democracia tiene que convertirse en México en un hábito (…). Que nadie olvide que el pueblo es el que manda, que el pueblo pone y el pueblo quita», insistió AMLO este domingo al depositar su papeleta en la que, tal y como adelantó, escribió «¡Viva Zapata!» para que fuese considerada nula y no decantarse por ninguna de las dos opciones.
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