La refinería de Dos Bocas, en Tabasco, es uno de los proyectos emblema del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero no lo parece.
Paraíso, Tabasco, lugar donde se desarrolla la obra, está devastado. Hay una crisis ambiental sin precedente, derivada de la destrucción del entorno. Hay una crisis de infraestructura en un municipio que no estaba preparado para la llegada de miles de personas. Hay una crisis laboral por un sindicato que explota y extorsiona a los trabajadores. Hay una crisis interna entre proveedores por la mala planeación, diseño y ejecución de la obra.
“Dos Bocas, el paraíso devastado” es un testimonial contado por los protagonistas, muy alejado del discurso triunfalista y optimista presentado por el gobierno federal.
FUENTE: Latinus
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