Los líderes talibanes marcharon hacia Kabul este domingo, preparándose para tomar el control total de Afganistán dos décadas después de que fueran destituidos por el ejército estadounidense, quien inició una guerra por el ataque a las torres gemelas del 11 de septiembre de 2001.
El grupo militante aseguró que ha ocupado el palacio presidencial y planea declarar pronto un nuevo “Emirato islámico de Afganistán”. Horas antes, el presidente respaldado por Estados Unidos, Ashraf Ghani, huyó del país. La red Al Jazeera transmitió imágenes en vivo de combatientes armados talibanes deambulando por el palacio presidencial y posando en los escritorios.
Ghani declaró en su página de Facebook que abandonó Afganistán para evitar más derramamiento de sangre. “Para evitar la inundación sangrante, pensé que era mejor salir”, indicó, según una traducción automática de sus comentarios.
Abdullah Abdullah, jefe del Consejo Superior para la Reconciliación Nacional, confirmó la salida de Ghani en Facebook. Los medios locales informaron que se dirigía al vecino Tayikistán junto con algunos colaboradores cercanos.
Hamid Karzai, presidente afgano de 2004 a 2014, dijo el domingo que él, Abdullah y otros formarían un consejo de coordinación para gestionar una transferencia pacífica del poder. El mecanismo de tal traspaso no estaba claro dada la ocupación de las principales ciudades por los talibanes y el colapso del gobierno.
La ‘venganza’ de los talibanes
Los talibanes arrasaron Afganistán en cuestión de semanas, tomando por sorpresa a los líderes mundiales al entrar en un vacío creado por la salida de las fuerzas estadounidenses y de la OTAN que trabajaban contra la fecha límite del 31 de agosto impuesta por el presidente estadounidense Joe Biden para poner fin a la guerra más larga de Estados Unidos.
En muchos casos, los militantes encontraron poca o ninguna resistencia por parte del ejército afgano entrenado en Estados Unidos. Los centros provinciales clave cercanos a Kabul y en los rincones más remotos de la nación cayeron en rápida sucesión.
Varios helicópteros militares estadounidenses llegaron este domingo a la embajada de Estados Unidos para transportar pasajeros La bandera estadounidense fue retirada de la embajada, informó Associated Press. Los afganos hicieron fila para pedir dinero en efectivo y muchos se dirigieron al aeropuerto, desesperados por reservar un vuelo fuera del país.
“Estamos reubicando a los hombres y mujeres de nuestra embajada a una ubicación en el aeropuerto”, informó el secretario de Estado Antony Blinken en ABC. “Es por eso que el presidente envió una serie de fuerzas para asegurarse de que, a medida que continuamos reduciendo nuestra presencia diplomática, lo hagamos de manera segura y ordenada”.
El embajador interino de Estados Unidos se encontraba entre los evacuados al aeropuerto, detalló AP. La embajada de Estados Unidos dijo en su sitio web que el aeropuerto estaba siendo incendiado y recomendó a los ciudadanos estadounidenses que se refugiaran en el lugar.
“Esto no es Vietman”, dijo EU
Para muchos, las imágenes de helicópteros sobre Kabul eran un recuerdo de la salida estadounidense de Saigón en 1975, al final de la guerra de Vietnam.
Blinken rechazó esa analogía. “Esto no es Saigón. Fuimos a Afganistán hace 20 años, con una misión, y esa misión era tratar con las personas que nos atacaron el 11 de septiembre, y lo hemos logrado“, aseguró para CNN.
Tras ser informados por el gabinete de Joe Biden, algunos miembros del Congreso se mostraron furiosos por el caos que ha provocado poner fin a una campaña que ha costado alrededor de dos mil 400 vidas estadounidenses y cerca de un billón de dólares.
“Este desastre, la catástrofe que estamos viendo desarrollarse en este momento en Afganistán, no tenía por qué suceder”, dijo la representante republicana Liz Cheney de Wyoming, cuyo padre, el entonces vicepresidente Dick Cheney, fue uno de los arquitectos del 2001 Invasión estadounidense de Afganistán.
Al informar a los legisladores, el secretario de Defensa Lloyd Austin defendió las acciones de la administración. Los talibanes planeaban atacar a las tropas estadounidenses si se hubieran quedado más allá de la fecha límite anunciada.
Los combatientes talibanes llegaron a las afueras de Kabul el domingo temprano después de una ofensiva de tres semanas. Solo un día antes, se estimaba que se habían apoderado de aproximadamente la mitad de las capitales provinciales de Afganistán.
El grupo militante ahora controla todos los cruces fronterizos de Afganistán, señaló AP, dejando el aeropuerto de Kabul como la única salida del país.
Los talibanes han tratado de asegurar al país y al mundo que actuará responsablemente mientras se prepara para retomar el poder, tras el rápido colapso del ejército afgano.
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