Más de una decena de hombres armados entraron a la empresa Maniobras Alonso Mireles (MAM), ubicada en las instalaciones portuarias de Manzanillo, Colima, y robaron 20 contenedores.
Se calcula que los contenedores podrían contener hasta 600 toneladas de oro, plata, zinc y electrodomésticos.
Va una vez más, se robaron 20 contenedores de uno de los puertos más importantes y vigilados del país. Por Manzanillo entra el 46% de contenedores en todo el país.
Se especula que una docena de personas amagaron a civiles, forzaron cerraduras y movieron con grúas y camiones la carga ¡DURANTE 10 HORAS!
La Marina de México -encargada de la seguridad en los puertos- señala que esto ocurrió en una propiedad privada, fuera de su zona de responsabilidad.
Sin embargo, este robo no pudo haber sido posible sin información interna de la misma Marina. Y es que hay que entender que -contrario a la idea implantada por el Presidente- las Fuerzas Armadas no aseguran que la corrupción se elimine.
El mismo secretario Almirante lo admitió hace dos días, al reconocer que marinos roban equipo militar y lo venden al crimen organizado.
Terriblemente , en lugar de procesarlos, simplemente los dan de baja:
“Nos ha pasado dos o tres veces, dentro de nuestra institución hemos detectado que elementos sacan de nuestros pañoles, sobre todo uniformes y los venden a la delincuencia organizada (…) los hemos dado de baja, porque, pues, meterlos a la cárcel es muy difícil, cuestiones jurídicas, pero se van de la institución, si quieren delinquir que lo hagan afuera, pero no adentro”.
La corrupción e inseguridad no se erradican llenando las calles e instituciones de militares. No por el simple hecho de recibir una educación castrense los crímenes no ocurren.
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