Con 483 votos a favor, 0 en contra y 1 abstención, la Cámara de diputados avaló, en lo general, la reforma al artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito para que una parte de los recursos de la Cuenta Global cuyo derecho a ser reclamados ha prescrito sean destinados a Seguridad Pública, a políticas y acciones de combate a la delincuencia.
Este es el tuit que se puede leer en la cuenta oficial de la Cámara, pero ¿qué significa que los recursos de las cuentas olvidadas en los bancos pasen a manos de la Tesorería de la Federación para reforzar la seguridad del país (local, estatal y de la Guardia Nacional y no a manos de los propietarios de esas cuentas o a las de sus beneficiarios?
Cuando una cuenta bancaria no registraba movimientos, sus recursos podían pasar a la beneficencia pública.
Derivado del artículo 61 de la Ley de Instituciones de Crédito, los bancos tenían la obligación de enviar a la Beneficencia Pública los recursos ubicados en cuentas -tanto de cheques como de ahorro e inversiones- que no hubieran reportado movimiento luego de 6 años.
Cabe mencionar que una cuenta se considera inactiva cuando en el transcurso de tres años no ha tenido movimiento por depósitos o retiros -el cobro de comisiones que haga el banco no se considera un movimiento financiero-. Al cabo de este tiempo, el monto depositado se va a la cuenta global, la cual incluso, genera intereses mensuales y no cobra comisiones.
Si transcurrían otros tres años más de que fueron depositados los recursos en la cuenta global y no habían sido reclamados, ni habían tenido movimiento alguno, serían entregados a la Beneficencia Pública y eso significaba que ya no se podrían recuperar.
“Este proceso y los derechos de los usuarios de servicios financieros no sufrirán modificaciones desde la perspectiva del usuario. Cuando el saldo de una cuenta sin movimientos (por 6 años) sea menor a 91,958.80 pesos, su destino será la beneficencia pública; en caso de que el monto sea mayor su destino será a la seguridad pública”, refirió Óscar Rosado, presidente de la CONDUSEF.
Fuente: Forbes México
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