18 de octubre de 2024

Último minuto, y cuando parecía que el Atlas saldría con la mínima ventaja en el juego de ida por la final, apareció Julián Quinoñes.

Le quedaba poca gasolina. Ya no estaba Furch, sus centrales había salido lesionados, los Rojinegros estaban en una pierna, pero el delantero fue por esa pelota, se quitó a uno, a dos y venció a Óscar Ustari para que el Jalisco gritara : Bicampeón.

Atlas venció 2-0 al Pachuca y parece que tiene el título en la mano, el bicampeonato en la mesa. Solo es cuestión de que próximo domingo en Pachuca, lo tome y se regrese al Jalisco.

El buen sistema que ha armado Diego Cocca está sustentado por Luis Reyes, que juega de todo; Camilo Vargas, héroe en la cabaña y que soportó los intentos del Pachuca por igualar y Julián Quiñones, zorro solitario que aparece en los momentos indicados y que con el segundo gol, parece que ha enfilado al Atlas a su segundo título en torneo cortos, el tercero en su historia.

Fue un partido bien jugado, con dos estilos respetables y respetados por los mismos clubes, pero con las variantes que marcan la diferencia para en este caso, sacar la ventaja.

Lograr que un equipo juegue de memoria es lo más complicado en el futbol. Y Atlas lo ha logrado. Los Rojinegros saben bien qué hacer, y en qué momento hacerlo.

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