Se está gestando una rivalidad memorable en el tenis mundial y lo vivido en estos cuartos de final del US Open 2022 así lo atestigua. Carlos Alcaraz volvía a toparse con el hombre que le ha amargado parte de su verano y comprobó que tiene en Jannik Sinner a un contrincante muy duro de pelar. Ambos han establecido ya una rivalidad íntima y este encuentro formará parte de la memoria colectiva de este deporte. El escenario no podía ser mejor para que ambos tenistas desplegaran un nivel de tenis antológico, aunque fue el español quien terminó venciendo. El resultado final fue de 6-3 6-7 (7) 6-7 (0) 7-5 6-3 en favor de Alcaraz, que consigue el pase a semifinales del Grand Slam neoyorquino con todo merecimiento, tras hacer el partido de su vida.
Algo mágico se respiraba en el ambiente desde los compases iniciales del primer set y el italiano pareció acusar esa sensación, mostrando sus nervios con un juego desastroso, en el que cometió tres dobles faltas y cedió su saque. No fue más que un espejismo. Pronto, esa maquinaria bien engrasada que tiene el italiano empezó a funcionar y se establecieron apasionantes intercambios de fondo de pista. Recuperó la desventaja, pero Carlos sacó su magia genuina para volver a imponer su nivel. Dominó con solvencia de drive, forzó errores del italiano desde el fondo de pista y obtuvo una ventaja que certificó con otra rotura de saque, cerrando la manga inicial con un resto apoteósico y un grito desgarrador que intimidaría a cualquiera.
Pero Sinner no es cualquiera. El espectáculo alcanzó un estatus superior en el segundo parcial, con ambos jugadores desplegando una velocidad de piernas inaudita y una potencia de golpes que daba la sensación de estar inmerso en un videojuego. El italiano pareció sufrir al inicio, pero sacó adelante un 0-30 adverso y salió tremendamente reforzado a nivel moral. Tanto, que al siguiente juego rompió el saque del español. No iba este a darse por vencido tan fácilmente y con 3-5 abajo, hizo uno de esos puntos que han cimentado ya su identidad como jugador y que se erigió en inflexión para cambiar la tendencia.
Alcaraz desperdició 5 bolas para ganar el segundo set y una de ellas fue un error claro con una derecha a media pista
Entró en un modo ingobernable para cualquier contrincante, desatado con todos sus tiros y haciendo golpes imposibles. Tanto es así, que se situó con 6-5 y 0-40. Ahí, Sinner tiró de intangibles de campeón para salvar la situación, pero el murciano dispuso de una nueva ventaja. Dispuso de una derecha a media pista sencilla con la que cerrar, pero la tiró a la red, y el mundo se desplomó para él. Fue el inicio del fin y supuso una tremenda dificultad reponerse de tal palo. Carlitos luchó el tiebreak y llegó a disponer de otra bola de set, pero el saque del italiano la frustró y terminó equilibrando el marcador con un resto espectacular.
Igualdad en el marcador y ventaja moral evidente para Sinner, que se había salvado de una situación límite. El desafío continuó en su máximo apogeo y daba la sensación de que el español tenía una marchita más. La metió mediada la tercera manga, cuando consiguió una rotura que fue agua bendita para él después de tantas oportunidades perdidas. Sin embargo, llegó la reacción de un Jannik que incrementó la potencia y precisión de sus tiros, estableciendo una guerra de cañonazos en la que él tenía armas de mayor calibre. Volvió a igualarse todo, pero Alcaraz dio un golpe sobre la mesa en el undécimo juego, con una rotura que parecía servirle el set en bandeja. De nuevo, volvió a tener serios problemas con su servicio, la gran rémora en el día de hoy, y vio cómo el italiano equilibraba la balanza. Fue demasiado para su mente privilegiada y cedió sin paliativos en un tiebreak para olvidar.
Sinner perdió una bola de partido sacando con 5-4 en el cuarto set
Lo fácil era rendirse, lo fácil era ampararse en la dificultad mental para asumir tantos varapalos e, inconscientemente, bajar el ritmo. Los peores presagios para Alcaraz parecían confirmarse en el juego inicial del cuarto set, cuando encajó jun doloroso break que parecía la antesala del abismo. Pero Carlos perseveró, buscó con desesperación aferrarse al encuentro hasta encontrar su oportunidad. Sujetó las riendas como pudo de un desbocado Jannik y consiguió equilibrar el marcador en un sexto brillante, en el que rompió en blanco el saque de su rival. Nadie esperaba una respuesta tan contundente y brutal del italiano, que lejos de amilanarse, devolvió la rotura en blanco al español y se situó a dos juegos del triunfo.
Fue un golpe devastador el que se llevó Alcaraz, que perdió los nervios por completo, enviando una pelota fuera del estadio y gritando a los cuatro vientos que no sabía sacar. Todo parecía acabar ahí, todo hubiera acabado ahí para cualquier tenista normal, pero él no es uno más. El murciano hizo un juego indescriptible cuando restaba para mantenerse en el encuentro, salvó una pelota de partido y voló en los dos siguientes juegos, llevando el partido a donde se merecía.
Quinto parcial. La gloria o el infierno, la continuación del sueño o la derrota sin merecerlo. Porque cualquiera de los dos hizo méritos más que suficientes para salir victoriosos, pero solo podía quedar uno. Hubo un acuerdo de no agresión al arranque de este set definitivo, o al menos un amago de ello. Las hostilidades se desataron por completo ya en el cuarto juego, cuando Carlitos cometió una oleada de errores no forzados que le condenó a ir a remolque una vez más. Pero volvió, ¡cómo no va a volver! Esa fuerza interna aparentemente indestructible que le conduce volvió a hacerse presente e impulsó al español a equilibrar el partido de nuevo, tras hacer un juego esplendoroso al resto.
Mantuvo su servicio y se lanzó a por todas en el octavo juego, con puntos memorables que le llevaron al break. Cerró con la solvencia que solo los mejores de la historia tienen. Carlos Alcaraz está en semifinales y se mantiene en la lucha por el número 1 del mundo, tras imponerse a un Jannik Sinner espectacular. Partido para la historia en el US Open 2022, con dos luchadores que lo dieron todo en pista y ofrecieron un tributo inmejorable a este deporte. El tenis puede estar tranquilo. Hay futuro y es brillante.
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