Hay historias realmente conmovedoras e impactantes, de esas que aparecen en los medios de comunicación y a veces resultan hasta poco creíbles. Es el caso de Ziona Chana, el cabeza de la familia más grande del mundo, con 38 esposas, 89 hijos y 33 nietos, ha muerto a los 76 años en la aldea de Baktawang, en el estado indio de Mizoram.
Según publica la prensa local que se ha hecho eco de una noticia tan impactante, Ziona Chana, que arrastraba problemas de diabetes e hipertensión, había sufrido un agravamiento de su estado de salud en las últimas semanas. Fue el pasado domingo 13 de junio, algunos miembros de su gran familia se vieron forzados a trasladarlo al hospital donde, finalmente, no se pudo hacer nada por salvar su vida.
Además de ser el patriarca de una familia de más de un centenar de integrantes, Chana era el jefe de una secta religiosa. Contaba con más de 400 miembros y en ella es en la que curiosamente se permite la poligamia a los hombres.
Edificio de cuatro plantas y 100 habitaciones
Hasta el día antes de su muerte, Ziona Chana convivía con todos los miembros de su gigantesca familia en un edificio de 4 plantas que contaba con 100 habitaciones.
Desde que se casó por primera vez con 17 años, la descendencia de Chana comenzó a crecer hasta superar el centenar de personas. Sus 38 años esposas dieron a luz a 89 hijos e hijas que, a su vez, engendraron a más de una treintena de nietos. Todo un récord al alcance de muy pocos seres humanos.
Tras la muerte del patriarca, los miembros de esta gran familia se mantienen con recursos propios y con donaciones puntuales. El edificio familiar se ha convertido ya en una auténtica atracción turística en la India.
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