Considerada una de las mejores gimnastas de la historia, la estadunidense Simone Biles sorprendió al mundo con su decisión de no participar más en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 para cuidar de su salud mental, algo que, en términos psicológicos, puede ser una respuesta normal ante una situación de presión, peligro o ansiedad.
Aquí el detalle es saber qué está evaluando Simon Biles que la lleva a identificar esa situación como amenazante en su vida, algo que es muy difícil de saber,” explicó Carlos Vázquez Villegas, psicólogo de la Dirección General del Deporte Universitario (DGDU) de la UNAM.
Al subrayar que los deportistas son antes que todo seres humanos y responden como tales, el especialista explicó que en momentos de presión, de peligro o ansiedad el ser humano muestra dos tipos de conducta: enfrentamiento o afrontamiento de la situación; o evadir la situación. En el caso de la deportista olímpica parece haber optado por esta última.
Esta conducta es un instinto de supervivencia que ha acompañado al ser humano toda su vida. No es más inteligente el que enfrenta que el que evita, y todos hemos evitado alguna situación para resguardar nuestra seguridad, nuestra integridad y emocional”, apuntó el psicólogo de la DGDU.
En ese sentido, destacó la importancia de que los deportistas trabajen con sus emociones desde el inicio, incluso si son niños, para conocerse mejor a sí mismos bajo ciertas condiciones y niveles de exigencia.
Es una cuestión de ir educando y entrenando al deportista sobre cómo está respondiendo a estos factores y cómo puede sobrellevarlos de la mejor manera en el deporte competitivo”, explicó el experto.
Finalmente, indicó que detrás de los deportistas hay un grupo multidisciplinario conformado por especialistas y cada uno tiene una tarea específica, lo que permite guiarlos de la mejor manera, aunque destacó que hay atletas que con poco o nulo apoyo multidisciplinario lograron importantes hazañas.
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