Al contrario de lo que creen muchos, los gatos pueden ser tan cariñosos como los perros. Es necesario, sin embargo, saber cómo relacionarse con esta mascota.
Hoy, te contamos algunos trucos para que tu felino doméstico no te odie.
Evitar el contacto con el agua
La aversión al agua es una de las características más conocidas de los gatos domésticos. Si bien no son todos los felinos los que temen el agua, en general, las mascotas hacen todo lo posible para evitar mojarse.
Existe una serie de teorías para explicar este comportamiento de los gatos, desde una evolución en climas secos con poca exposición a ríos y lagos hasta el simple hecho de que tener el pelaje húmedo es extremadamente incómodo para un gato, detalla el portal Británica.
Sea como sea, si deseas evitar que tu gatito tenga sentimientos negativos hacia ti, es mejor no mojar al animal.
Respetar sus límites al dar caricias
A la mayoría de los gatos les encantan las muestras de cariño por parte de sus amos, al contrario de lo que muchas personas creen. Es importante, sin embargo, saber qué partes del cuerpo del animal acariciar y cuando detenerse.
«Evitemos las caricias en las patas traseras, la cola y la barriga, se sienten como una amenaza y serán rechazadas efusivamente la mayoría de las veces. Los lugares favoritos para los mimos son la cabeza, el mentón, el cuello y las orejas», explica a Infobae el veterinario Juan Enrique Romero.
No cerrar las puertas
Si tienes un gato probablemente sabes que a tu mascota no le gusta que cierres las puertas en la casa. La razón detrás de este comportamiento es variada y va de la simple curiosidad hasta un instinto de supervivencia.
«Cuando les cerramos una puerta, naturalmente quieren tener acceso a lo que pueden percibir como su propio territorio o investigar lo desconocido», explica la veterinaria Gabby Wild a Pop Sugar.
Las habilidades innatas de supervivencia de los felinos también entran en juego cuando insisten en que una puerta debe permanecer abierta. En el caso de los felinos callejeros, las puertas pueden ser una fuente de alimento y refugio.
Aunque las razones pueden ser distintas, si no quieres molestar a tu mascota, mejor permitirle el paso a todas las habitaciones de la casa.
Evitar los olores fuertes
Los gatos tienen un sentido del olfato bastante desarrollado, por lo que los olores fuertes pueden causarles incómodo.
Si tienes un gatito, es mejor evitar los productos de limpieza con olores fuertes ya que, aunque sean agradables para las narices humanas, pueden ser repulsivos para los mininos. Productos alimentarios como el ajo o el vinagre también pueden incomodar a los felinos.
No cambiar su rutina
A los gatos les gusta llevar «una vida muy precisa, reglada y previsible», apunta Juan Enrique Romero. De esta manera, cualquier cambio en su rutina se convertirá en una fuente de estrés para el animal.
«Cualquier tipo de cambio, como una mudanza o un viaje, los altera de forma significativa. Lo mismo ocurre con una simple variación en su alimentación o en las piedritas de su bandeja sanitaria», explica el veterinario.
Si los cambios son inevitables, entonces se deben hacer de manera progresiva.
Agregar comentario