A diferencia de los videoescándalos de 2004, cuando los que recibieron dinero del empresario Carlos Ahumada eran compañeros de partido de Andrés Manuel López Obrador, en esta ocasión, quien grabó a los hermanos del Presidente de México recibiendo fajos de billetes —en agosto a Pío y ahora Jesús Martín—, es David León Romero, un íntimo operador político del Senador Manuel Velasco Coello desde que este era Gobernador de Chiapas.

León Romero cobró notoriedad pública como coordinador nacional de Protección Civil de la Secretaría de Gobernación del Gobierno de López Obrador, pero desde años antes era conocido en el gremio periodístico por reunirse con reporteros, columnistas y directivos de medios de comunicación, sobre todo por manejar las pautas de publicidad oficial del Gobierno de Velasco en Chiapas.

La difusión del video en la plataforma Latinus –sitio financiado por el clan de Roberto Madrazo Pintado, excandidato del PRI a la Presidencia– en el que sale Jesús Martín López Obrador recibiendo dinero de León Romero, este jueves 8 de julio, se produce a casi un año de que, en agosto de 2020, el propio Carlos Loret de Mola exhibiera otro de Pío en el mismo enjuague que es investigado por la Fiscalía General de la República (FGR) y el Instituto Nacional Electoral (INE).

Apenas pasadas las elecciones del 6 de junio, Velasco Coello, uno de los jerarcas del Partido Verde Ecologista amenazó con “hacer una valoración” de su alianza con Morena, que fue interpretado en el Gobierno como un chantaje de quien tiene una cercanía con Ricardo Monreal, coordinador de este partido en el Senado, pero también con Miguel Angel Osorio Chong, homólogo del PRI de los otros dos.

Como Secretario de Gobernación de Enrique Peña Nieto, Osorio Chong mantuvo una alianza con el PVEM y hasta hizo Subsecretario de Prevención y Participación Ciudadana a Arturo Escobar, actual coordinador del PVEM en la Cámara de Diputados, cercano también a León Romero, quien videograbó a Pío y Jesús Martín recibiendo dinero en efectivo, supuestamente para financiar a Morena.

Político controvertido como Gobernador —abofeteaba y se hacía cargar por sus gobernados—, Velasco Coello, jefe político de León Romero, fue descrito como un corruptor por Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), en su libro Sin filias ni fobias: Memorias de un fiscal incómodo, tras un “desagradable encuentro” con él.

En el libro, editado por Grijalbo en 2019, Nieto Castillo inicia el capítulo “Chiapas 2015: La ruptura con el sistema”, con el siguiente párrafo:

“’El león cree que todos son de su condición’ es un dicho muy aplicable para muchos políticos entronizados en México. Manuel Velasco, Gobernador de Chiapas, es un excelente ejemplo de ello. Arrogante, ruin, ordinario, simplón y, para colmo, adorador del programa de televisión La familia Peluche”.

En su carácter de Fiscal Electoral, Nieto Castillo buscó al Gobernador antes del proceso electoral local —“uno de los más desaseados en la historia reciente de nuestro país, sólo comparado con el que vivió el Estado de México en 2017”—, con el fin de firmar un convenio de colaboración en la materia, y Velasco lo quiso corromper.

Inició mal la reunión, en Tuxtla Gutiérrez, con una antesala de 40 minutos junto a un monitor que transmitía un programa de Televisa, evoca Nieto Castillo.

“En la casa de Gobierno de Chiapas podrían haber transmitido un promocional que hablara de las maravillas turísticas de Montebello, Palenque, Comitán, en Chiflón o el Cañón del Sumidero. ¿Pero La familia Peluche? Los gustos televisivos del Gobernador ya me estaban dando una idea de su carácter simple, plano, limitado.”

Tras la espera, junto con otros funcionarios, fue llamado a pasar. “Dos jovencitos delgados y rubios, nos pidieron que los acompañáramos al sitio donde sería el encuentro”, a donde llegó Velasco, recuerda, junto con Arturo Escobar, quien era dirigente del Partido Verde.

“Velasco, ordinario, me recibió con una pregunta inverosímil: ‘¿Sabes que tu jefa es mi amiga?’ Se refería a la entonces titular de la PGR, Arely Gómez, quien duró poco más de un año en el cargo. Mi respuesta fue automática, sin titubeos; amable, pero firme: ‘Sí, Gobernador’. Al ver que no logró intimidarme, el mandatario arremetió: ‘¿Y sabes que es mi tía?’. Mi respuesta fue idéntica. Cierta tensión se apoderó del momento, pero permanecí inamovible.”

Además de Escobar, en la reunión estaban el delegado de la PGR, Porfirio Bello; el Procurador estatal, Raciel López Salazar, y el secretario particular del titular de la FEPADE, quien narra en su libro los detalles del encuentro: “‘¿Qué quieres?’, soltó, altanero, metálico, pero el comentario bravucón no hizo mella en mi ánimo”.

El actual titular de la UIF recuerda que le expuso al Gobernador el propósito de hacer un trabajo conjunto para el blindaje electoral.

“No habían pasado más de cinco minutos de mi explicación cuando Velasco me interrumpió de forma abrupta. Su pregunta fue contundente, majadera, indigna de un cargo como el suyo: ‘Está bien, ¿cuánta lana quieres?’. El cuestionamiento fue grotesco, absurdo, fuera de lugar.”

El delegado de la PGR estaba estupefacto, pero reviró: “Le respondí clara y pausadamente: Lo que quiero pedir, Gobernador, es que instruya a sus secretarios para que podamos organizar el proyecto de blindaje electoral y tener una reunión con el grupo de coordinación”.

Sigue Nieto Castillo: “Velasco endureció el rostro, se le enrojecieron las mejillas y puso su mejor cara de decepción. Supe entonces que la reunión había finalizado. Al Gobernador, que se había topado con pared, ya no le quedó más remedio que instruir a su titular de Gobierno para que ambas peticiones se cumplieran. Con frialdad, me obsequió una marimba de juguete. Salí de su guarida con la artesanía popular chiapaneca entre mis manos. Había logrado mi propósito. Jamás nos volvimos a ver”.

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