¿Cómo? ¿No se supone que habíamos desterrado la corrupción desde el primer día de esta nueva administración? Pues resulta que encuentras corrupción e irregularidades en los contratos de Santa Lucía.
Existen dos situaciones igual de graves; la primera es que se siga hablando de corrupción a tres años de la administración de MORENA, la segunda y no por ello menos importante, es el hecho de que sea el Ejército quien esté ejecutando estas acciones de corrupción e ilegalidad. La institución en la que el Presidente ha depositado toda su confianza.
En Santa Lucía, un negocio de renta de juegos inflables aparece como proveedor de tractocamiones.
Incluso, una tlapalería en la colonia Tacuba de la CDMX recibió contratos por 77 millones de pesos, según dicen, suministró medio millón de piezas, como cisternas, material hidráulico y mangueras.
Pero eso no es todo.
Una empresa recibió 8 contratos dos semanas después de ser investigada por el desvío de 29 millones de pesos en caminos que no construyó.
Isabella González, reportera de Latinus, es quien dio a conocer estos detalles sobre los contratos que se han entregado para la construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles, en Santa Lucía.
Se revisaron 966 contratos que otorgó el Ejército para la construcción de esta obra, en ellos se encontraron empresas fantasmas, compañías investigadas por desvíos de recursos y operaciones que parecen un maquillaje para actos de corrupción.
En esta obra icónica del Gobierno, 7 de cada 10 contratos fueron entregado sin licitación, es decir, se entregaron por adjudicación directa (sin competencia).
Los tres contratos restantes se entregaron a través de la invitación a solo tres personas.
Recordemos que en esta obra, el Gobierno ha invertido 75 mil millones de pesos.
Además, se ha convertido al Ejército en la compañía constructora más grande del país. Ningún consorcio constructor en México tiene tanta obra como las fuerzas armadas.
¿Cuántos recursos ha invertido este Gobierno en obras en las que la utilidad está en duda? Santa Lucía, el aeropuerto de Tulum y Palenque, el Tren Maya, dos mil sucursales del Banco del Bienestar.
En el sexenio pasado, se cuestionó la decisión de enfrentar al Ejército contra el crimen organizado; y el crimen organizo terminó por filtrarse en el Ejército.
En este sexenio, AMLO decidió convertir al Ejército en una empresa privada que hace de todo, lo colocó en una posición vulnerable frente al manejo de tanto dinero; y parece que la corrupción se filtró en sus filas.