La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se alió con enemigos del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), prácticamete en eso consiste la estrategia de seguridad “abrazos, no balazos” del gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, sostiene un informe de Crisis Group, organización internacional enfocada en la prevención y resolución de conflictos mortales.
En 2021, a medida de que los miembros del CJNG trataban de imponerse en Michoacán con armamento pesado, blindados y drones con bombas, la Sedena formó un frente “de facto” con grupos criminales locales para repeler a ese poderoso grupo.
Y aunque existen varios grupos antágonicos al CJNG, varios informes coinciden que su mayor enemigo es el Cártel de Sinaloa (CDS), pues AC consultores indica que según el mapa de los cárteles de las drogas con más presencia en México en 2024, estos operan en 27 y 24 estados en México, respectivamente.
En diversos eventos las fuerzas especiales mataron a sicarios del CJNG, cuyos cuerpos eran recogidos por combatientes de los grupos locales y arrojados en fosas clandestinas.
Esta alianza informal entre la Sedena y grupos antagónicos al CJNG, en la que habrían muerto cerca de 400 civiles armados de la organización encabezada por Nemesio Oseguera Cervantes, “El Mencho”, indica el informe Crisis Group.
El reporte que el organismo adelantó a Proceso, señala cómo se ha aplicado, “en la práctica”, la política de seguridad de López Obrador “abrazos, no balazos”.
Apunta que esta estrategia basada en el despliegue masivo del Ejército en México, no ha podido reducir la ola de homicidios, que suman más de 184 mil en el sexenio de AMLO, y tampoco frenó el poder de los grupos criminales.
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