El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que no busca perjudicar a México mediante sus aranceles a las importaciones de automóviles, y elogió a Claudia Sheinbaum, pero reiteró que mantendrá su política económica.
«Pero no busco perjudicarlos. Tenemos tres plantas automotrices que estaban en construcción en México. Dejaron de construirse ahí y ahora construirán en Estados Unidos debido a los aranceles», dijo en conferencia de prensa en la Casa Blanca.
«Igualmente, las automotrices, tenemos muchísimas, tres de ellas. No busco perjudicar a México y me gusta México», aseguró.
Además, reconoció el trabajo de Claudia Sheinbaum, a quien consideró «una persona estupenda, una mujer fantástica».
«Hemos tenido muchas conversaciones. Es muy elegante, una persona fantástica. Y ha sido muy amable, muy amable», añadió.
Donald Trump reconoció que habrá un «coste y problemas de transición» por su política arancelaria, pero subrayó que al final «todo irá bien».
«Creemos que estamos en muy buena forma, que lo estamos haciendo muy bien otra vez. Habrá un coste y problemas de transición, pero al final será algo maravilloso. (…) Estamos trabajando con un montón de países y todo irá bien», dijo al inicio de una reunión de su gabinete.
Ese encuentro tiene lugar un día después de que Trump decretara una tregua parcial de 90 días en los aranceles anunciados el pasado 2 de abril para todos sus socios comerciales excepto para China, a quien le elevó los gravámenes hasta el 125 por ciento, lo que deja el porcentaje total de ese país en el 145 por ciento.
Estados Unidos está recaudando «aproximadamente 2 mil millones de dólares al día. Pensándolo bien, es algo que nunca habíamos hecho. Algo a lo que ni siquiera nos habíamos acercado. Y la cifra probablemente sea de 3 mil 500 millones de dólares al día. Y eso hace de nosotros un país muy fuerte», añadió.
Hoy mismo el Buró de Estadísticas Laborales (BLS) publicó que el Índice de Precios al Consumo (IPC) bajó en marzo cuatro décimas hasta el 2.4 por ciento internanual, lo que representa una significativa moderación de los precios, que en comparación con febrero bajaron un 0.1 por ciento.
«No hay inflación. Una inflación muy escasa», presumió Trump subrayando que el país «está en muy buena forma».
La imposición de gravámenes, según incidió, es algo que Washington «debería haber hecho hace muchos años». «Dejamos que (la situación) se descontrolara y permitimos que algunos países se hicieran muy grandes y ricos a nuestra costa, y no podemos permitir que eso suceda. No es una fórmula sostenible».
La rebaja del castigo arancelario supondrá que prácticamente todos los socios comerciales de Estados Unidos, incluida la Unión Europea (UE), serán penalizados durante los próximos tres meses solo con un arancel «reducido» del 10 por ciento, el mismo que comenzó a aplicarse el pasado sábado, y no el porcentaje más elevado que se activó ayer solo durante unas horas.
Trump justificó esa pausa la víspera alegando que la gente estaba empezando a ponerse nerviosa y a asustarse.
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