Después de casi 20 meses de restricciones, Estados Unidos reabrió el lunes 8 de noviembre su frontera terrestre con México para permitir el ingreso de viajeros no esenciales que estén completamente vacunados contra covid-19.
A las 10:01 p.m, hora local, —12:01 a.m. tiempo del este— se levantaron las restricciones y cientos de personas que habrían hecho fila en el puente internacional Santa Fe, el cual conecta los centros de las ciudades hermanas de El Paso y Ciudad Juárez, empezaron a avanzar.
Antes de la reapertura, había filas de hasta 2.5 millas (4 kilómetros) para cruzar, de acuerdo a sitios que monitorean el tránsito en los puentes internacionales.
El avance de los carros hacia territorio estadounidense se agilizó luego de las primeras seis horas. Según el sitio oficial de CBP la espera oscilaba solamente entre 5 a 15 minutos en los puentes San Fe, Américas y Zaragoza. En Brownsville, la espera era de 45 minutos a las 6 a.m., hora local. A pie, no se registraban tiempos de espera.
Martha Ochoa Moreno, de 68 años, fue una de las primeras personas que cruzaron luego de mostrar prueba de la vacuna AstraZeneca, para reunirse con su nieta Laura Tinajero de 28 años, a quien no habia visto desde el cierre fronterizo.
“No hay nada como poder abrazar (a los seres queridos); las videollamadas nos ayudaron mucho todos esos meses, pero no es lo mismo. Ya hoy por fin voy a poder abrazar a mi nieta”, Ochoa Moreno, quien vive en Ciudad Juárez
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