El estadio Hidalgo vestirá sus mejores galas para intentar atestiguar el séptimo título en su historia, e impedir que los Rojinegros se vuelvan el tercer bicampeón en los torneos cortos.
El jueves, el Pachuca hizo hasta lo imposible por tratar de empatar a un gol, pero la muralla en la que se convirtió Camilo Vargas evitó la igualada y, en la agonía del juego, Julián Quiñones metió el segundo tanto tapatío, que bien pudo haber definido la serie

Pero la historia aún no está del todo escrita. El Pachuca sabe cómo darle la vuelta a estos partidos, cómo encontrar héroes en los momentos justos.

Guillermo Almada, técnico de los Tuzos, no quiere perder su segunda final en México; la primera fue ante el Cruz Azul, dirigiendo al Santos Laguna.

Va por su resto: “No jugamos mal el primer partido, sólo tenemos que corregir algunas distracciones que nos costaron”.

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