En las ultimas semanas, se han estado registrando temperaturas altísimas en el norte del país, sequia en Nuevo León y el día de ayer se presencio una granizada en la Ciudad de México, todo esto al mismo tiempo.
Si bien varían los climas por la región donde se encuentran las ciudades, aun así existe esta gran oportunidad de demostrarnos las repercusiones de lo mal que hemos tratado al medio ambiente.
Además, según Meteored; Se espera una destructiva temporada de huracanes 2022. El calentamiento de las aguas oceánicas es uno de los ingredientes primordiales para la intensificación de huracanes, y como en los últimos años esta condición se ha visto reforzada a lo largo de los trópicos, tenemos como resultado ciclones tropicales más intensos y duraderos.
Con estos sucesos, nos hemos podido percatar de que al parecer los gobiernos; o al menos quienes construyen inmuebles, no están muy preparados para recibir este tipo de infortunios. Ya sea porque nunca se pensó que fuera necesario (dada la región y los climas que frecuenta esta misma) o por negligencia.
Aquí es donde surge la pregunta; ¿aun podemos hacer algo?
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