21 de diciembre de 2024

En medio de estrictos protocolos sanitarios, 93 millones de mexicanos estaban llamados a participar de un proceso clave para los intereses de López Obrador.

A las puertas de un centro electoral de la colonia Álamos, en el interior de la capital mexicana, Lorena Vázquez exhibe orgullosa su pulgar manchado en tinta tras haber participado en las elecciones más grandes de la historia del país. Tiene 87 años y una larga lista de comicios a sus espaldas, pero no recuerda ninguna cita como esta. Para depositar su voto, esta jubilada octogenaria ha tenido que hacer fila durante más de una hora, traer su mascarilla, su propio bolígrafo e ingresar sola al centro, dejando afuera a los familiares que la acompañan. Las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia han ralentizado el proceso de votación de una cita inédita en la que Andrés Manuel López Obrador (AMLO) aspira a reforzar su poder en México.

Vázquez no tiene problema en reconocer que ha marcado la casilla del oficialista Morena en todas las papeletas, «el Presidente (AMLO) necesita todo nuestro apoyo para aprobar sus reformas», explica a EL MUNDO. A diferencia de ella, Luís Marín, electricista de 58 años, ha optado por la coalición ‘Va por México’, que aglutina a los tres principales partidos opositores, pese a ser ideológicamente antagónicos, «todavía no creo que parte de mis votos vayan para el PAN, nunca pensé que terminaría apoyándolos, pero es lo único que podemos hacer para pararle los pies a este presidente». La larga espera y las preguntas encienden el debate entre los votantes, en una escena que se repite en las 163.000 mesas electorales habilitadas en todo el país.

El presidente López Obrador tuvo que caminar solo unos metros para llegar hasta su centro de votación, ubicado en el costado del Palacio Nacional donde reside. La casilla se abrió 53 minutos más tarde de lo previsto, en un claro ejemplo de los problemas logísticos que plantea esta cita, y los primeros de la fila tuvieron que ceder su lugar al presidente y a su mujer, la historiadora Beatriz Gutiérrez Müller, quienes depositaron su voto poco después de las 9 de la mañana. «¡Que viva la democracia!», expresó AMLO a los medios antes de emprender su regreso al Palacio, desde donde ha seguido el desarrollo de la jornada electoral.

Cerca de 100.000 agentes de la Guardia Nacional han sido desplegados en todo el país para resguardar la integridad de uno de los procesos electorales más violentos que se recuerdan. En los últimos ocho meses, se han registrado 910 agresiones contra políticos -cifra récord de la serie histórica- así como 91 víctimas mortales. Todo hace indicar que estas cifras seguirán creciendo durante la jornada de hoy. Hace tres años, el mismo día que López Obrador ganó las elecciones, siete políticos fueron asesinados. Ayer la jornada arrancó con el homicidio de cinco militantes del partido PRD en Chiapas y el insólito incidente registrado en dos colegios electorales de Tijuana, donde fueron arrojadas dos cabezas humanas.

El presidente del Instituto Nacional Electoral, Lorenzo Córdova, señala que, pese a la violencia, la integridad del proceso está garantizada, «no es que la elección sea la que detone esa violencia, sino que la violencia forma parte del paisaje ordinario y tenemos que organizarnos en ese contexto. La violencia contra los actores políticos es grave, pero la organización de la elección no está en riesgo». Córdova reconoce que estas elecciones están siendo «las más difíciles de los últimos 30 años», ya que «organizar de por sí elecciones en México es complejo, tenemos problemas estructurales como la corrupción o la pobreza y, ahora, nos enfrentamos a una pandemia y a las elecciones más grandes de la historia».

Más de 93 millones de mexicanos estaban llamados este domingo a las urnas, aunque todo apunta a que la participación va a estar mermada por la pandemia. En un solo día se van a renovar 20.500 cargos públicos de todos los niveles, entre ellos 15 gubernaturas, 30 asambleas estatales, 1.923 ayuntamientos y 500 legisladores de la Cámara de los Diputados. Todas las encuestas coinciden en que Morena podría conquistar al menos 8 gubernaturas, pero perdería terreno en la Cámara Baja. El objetivo de López Obrador es obtener, junto a sus aliados, la mayoría cualificada que le permita acometer las reformas profundas que requiere su proyecto -muchas de ellas implican modificar la Constitución- pero los últimos sondeos no se lo garantizan.

Tras el cierre de urnas decretado a las ocho de la noche, el mecanismo de conteo rápido dibujará un escenario preliminar de los resultados que deberá ser validado por el escrutinio oficial. El INE ha reiterado que hoy mismo se darán a conocer, aunque advierte que, en lugares remotos del país, los resultados podrían tardar varios días en ser confirmados. Los mexicanos vivirán las próximas horas ‘pegados’ a la televisión o al celular para conocer de qué color se tiñe el mapa político en su alcaldía, municipio o estado y, también, si López Obrador y sus aliados podrán gozar de una gran capacidad legislativa en la segunda mitad del sexenio.

Fuente: El mundo

Agregar comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *