El acoso sexual callejero es una forma de violencia de género a la que están expuestas las mujeres, ya que de acuerdo con una investigación del Instituto Municipal de las Mujeres (IMM), siete de cada 10 féminas que transitan por el Centro Histórico de Ciudad Juárez afirman que este es uno de los motivos por los que se sienten inseguras.

De acuerdo con la investigación sobre Acoso Sexual Callejero en el Centro Histórico, el 97% de las mujeres de 15 a 60 años que transitan en esta zona dijo sentirse incómoda por haber sido mirada de forma persistente por una persona desconocida; al 55% le dijeron piropos de manera agresiva o vulgar y el 42% fue seguida durante su recorrido.

Elvira Urrutia Castro, directora general del Instituto Municipal de las Mujeres, mencionó que caminar en un espacio seguro sin sentir miedo y en condiciones de respeto, es un derecho que tienen todas las personas, sin embargo el acoso sexual callejero es una realidad cotidiana para las mujeres.

Angélica López, encargada del área de Investigación del IMM, explicó que esta práctica de connotación sexual en el espacio público, ejercida de manera unidireccional y sin consentimiento, afecta la vida cotidiana de mujeres y niñas, ya que limita su capacidad de movimiento y libertad de tránsito.

Ante esta situación, es importante visibilizar los efectos del acoso callejero ya que, contrario al mito de que a las mujeres les gusta que les digan cosas cuando transitan en el espacio público, la realidad es que experimentan sentimientos de rabia, miedo y temor.

Este tipo de violencia causa afectaciones en la autoestima de las mujeres debido a la constante objetivación de su cuerpo, así como sentimientos de vergüenza, coraje e indignación, incrementa la inseguridad y desconfianza hacia hombres desconocidos, pues de acuerdo con la investigación, el 97% de las agresiones por acoso callejero son perpetradas por hombres.

Además el 67% de las mujeres que transitan por la Zona Centro ha cambiado sus costumbres con respecto al uso de los espacios públicos y el 70% ha tenido que tomar medidas de prevención personales como no salir solas, cambiar el horario de salida y la ruta por la que transitan, además de cambiar su vestimenta.

Estas medidas han sido incorporadas en su vida cotidiana a partir de sus experiencias en el espacio público, volviéndose acciones constantes y repetitivas con tal de sentirse seguras.

El acoso sexual callejero es considerado como una infracción grave, por lo tanto, es sancionable. En este sentido, de acuerdo al catálogo de faltas del Reglamento de Justicia Cívica, el acoso es sancionado con un arresto de hasta 36 horas y una multa económica; además la persona infractora debe cumplir con una medida reeducativa o psicoterapéutica para mejorar la convivencia cotidiana.

Dependiendo de la gravedad del hecho, esta infracción puede escalar a tipificarse como Delito de Abuso Sexual, contemplado en los artículos 173, 174 y 175 del Código Penal del Estado de Chihuahua.

Sin embargo, el 72% de las mujeres que experimentan acoso callejero se alejan del agresor, el 16% se defiende y solamente el 7% de las mujeres pide ayuda o avisa a la policía.

Urrutia Castro dijo que parte de las demandas históricas en el camino a construir espacios libres de toda forma de violencia y donde las mujeres tengan mayor autonomía sobre sus vidas, cuerpos y decisiones, es la eliminación del acoso sexual en el espacio público, por eso es importante promover la cultura de la denuncia ante las autoridades correspondientes para transitar hacia el acceso a la justicia.

En este sentido, las manifestaciones de acoso sexual callejero como las miradas lascivas, emisión de sonido, piropos de cualquier tipo, actos de persecución, acecho o tocamiento con fines sexuales, entre otros, deben ser denunciadas de forma inmediata al 911.

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