En una sorprendente revelación, The Wall Street Journal ha informado que el Gobierno de Estados Unidos, bajo la dirección del presidente Joe Biden, está negociando la posible salida del poder de Nicolás Maduro en Venezuela. Estas conversaciones incluirían una amnistía para Maduro y sus principales colaboradores, quienes actualmente enfrentan graves acusaciones del Departamento de Justicia estadounidense.
Según fuentes cercanas a las negociaciones, la Administración Biden ha puesto «todo sobre la mesa» para convencer a Maduro de que abandone su cargo antes del final de su mandato en enero de 2025. Este esfuerzo diplomático se intensifica en un contexto donde la evidencia sugiere que Maduro habría perdido las elecciones presidenciales del 28 de julio frente al candidato opositor Edmundo González Urrutia.
Las negociaciones, que se han llevado a cabo principalmente de manera virtual, han involucrado a Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, y a Daniel P. Erikson, quien supervisa la política estadounidense hacia Venezuela desde el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.
Las elecciones presidenciales en Venezuela han sido ampliamente cuestionadas. El Consejo Nacional Electoral (CNE) del régimen proclamó a Maduro como ganador, pero no presentó un informe con el total de las actas, lo que ha generado una fuerte respuesta de la ciudadanía. Las protestas resultantes han dejado un saldo trágico de muertos, heridos y detenidos, mientras que la comunidad internacional observa de cerca.
En este sentido, varios líderes regionales han instado al régimen de Maduro a respetar los resultados de las elecciones y han reconocido el triunfo de González, basado en la recopilación del 80% de las actas electorales por parte de la oposición. La comunidad internacional ahora espera ver cómo se desarrollan estas tensas negociaciones que podrían redefinir el futuro de Venezuela.
Este nuevo giro en la política internacional podría tener profundas implicaciones para la región, especialmente si las negociaciones logran su objetivo y Maduro acepta dejar el poder a cambio de una amnistía.
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