Se acabaron las competencias y un emotivo momento en la Ceremonia de Clausura de Tokio 2020, este domingo 8 de agosto, fue cuando entró la bandera de Japón al Estadio Olímpico, sostenida por seis personas entre quienes se hallaba un médico para reconocer lo que han hecho los héroes de blanco en el mundo durante esta pandemia y, una vez izada junto a la de los Juegos Olímpicos, se escuchó el himno japonés.
Fue cuando las banderas de las naciones del mundo participantes empezaron a entrar al estadio, revueltas, para destacar que son naciones distintas, pero el deporte las une en paz.
Más de 4 mil atletas compitieron deportivamente en estos Juegos Olímpicos de Tokio 2020, aunque ya no se encontraban todos presentes en la clausura debido a la pandemia por COVID-19.
Una a una se fueron mezclando las banderas de las naciones del mundo para quedar juntas en igualdad en un círculo, ahí están la bandera de Estados Unidos, la de Francia, Argentina y la de México entre todas las demás.
Desde los cuatro flancos del Estadio Olímpico entraron los atletas que aún se encontraban en Tokio, mientras las banderas de las naciones se alejan para darles paso a estos grandes del deporte mundial.
Todos los deportistas emocionados se fueron acomodando en las cuatro esquinas de la plancha principal del estadio, dejando el centro vacío y al fondo el pebetero olímpico con las palabras alrededor del estadio “Faster, Higher, Stronger, Together”.
Es una fiesta para todos, una despedida para Tokio 2020, pero una bienvenida a París 2024.
Una vez dentro, todos los atletas en la plancha del estadio, éste quedó a oscuras para dar paso a fuegos pirotécnicos y luces que pintaron los aros olímpicos en el centro del mismo.
En honor a Omotenashi que significa la bienvenida de la tierra a sus huéspedes, el suelo del estadio se transformó en un campo donde los deportistas olímpicos se relajaron y una banda en vivo japonesa de Ska amenizó la fiesta de clausura que enmarcaba una coreografía donde los protagonistas realizaron distintos bailes, piruetas y pirámides humanas.
Tras un momento lleno de colorido, baile y música, como parte del protocolo, el Estadio Olímpico quedó en silencio para escuchar el himno griego e izar la bandera de Grecia, en honor al lugar donde nacieron los Juegos Olímpicos.
Y tras el discurso de clausura de los Juegos Olímpicos en la capital japonesa, el pebetero que representó a la nación del sol naciente se cerró extinguiendo el fuego olímpico, ¡Adiós, Tokio 2020!, ¡Hola, París 2024! Arigato.
Agregar comentario