Según informes, el régimen comunista del Caribe se ha negado a hacer profundas reformas de mercado a su economía.

En un duro golpe al régimen, China, el segundo socio comercial de Cuba y uno de sus más estrechos aliados políticos en el mundo anuló un contrato que era prioritario para este régimen: el de la importación de azúcar de la isla, de un poco más de 400 mil toneladas cada año.

Así lo reveló el diario Financial Times que reporta que Pekín no es el “sugar daddy” de La Habana porque ya se habría cansado de esperar que la dictadura de Raúl Castro hiciera profundas reformas de mercado en la economía pese a la severa crisis en ese país.

Según informes que cita fuentes diplomáticas, funcionarios y empresarios de China, la aparente frustración de Pekín por la renuncia de La Habana a implementar serias reformas de mercado en la economía cubana habría provocado la cancelación de acuerdos comerciales y una significativa reducción de las exportaciones chinas a la isla de mil 700 millones de dólares en el 2017 a mil 100 millones de dólares en el 2022.

Mientras, Cuba aún debe cientos de millones de dólares a empresas chinas como Huawei y Youtong por el suministro de vehículos, maquinarias y tecnología.

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